jueves, 20 de agosto de 2009

Inseguridad y la manera de resolver el problema

Desde México hasta la Patagonia, la mayoría de los países latinoamericanos el tema seguridad es primordial. Tratandose de menores, son identicas copias. Receta segura de los que cocinan nuestra historia. Los señores del Norte, los amos de los gobiernos lacayos a Estados Unidos, al FMI, al BID.
Como lo son también todo lo relativo a la "seguridad" del sistema carcelario, de los "delincuentes", "la pobreza creciente". Lo que los gobiernos llaman "seguridad ciudadana", y los pueblos, la clase media cada día más empobrecida y desplazada, aplaude.

Seguridad ciudadana, da mucho que pensar, cuando los que apoyan, aplauden, incluso proponen, en el pasado siglo, en su juventud, cuando no ocupaban cargos en la presidencia, ni ministerios, ni eran senadores o ministros, lucharon, sufrieron persecución, cárcel, torturas.
Hoy, arrepentidos de tal pasado, los ex-revolucionarios, los ex guevaristas, los ex-ex, se han convertido al capitalismo bueno, al neoliberalismo.
Dejaron atrás aquel pasado, tomaron la sotana y predican su nueva religión.

Nuevamente, en Pelota de Trapo, encuentro un artículo de Alfredo Grande, que une al Continente, aunque dedique el tema a Argentina.

Otra bestia que debe morir
19/08/09

"Porque te quiero te aporreo (aforismo implicado)

En medio del debate que genera la inseguridad y la manera de resolver el problema de los menores que delinquen, el presidente del Concejo Municipal de Arroyo Seco -una ciudad a 30 kilómetros al sur de Rosario- propuso "tomar al toro por las astas" y "moler los huesos" y "matar a cintazos" a "los pibes que se falopean y salen con el revólver".

Si enganchan a alguno, no maten a nadie. Pero mátenlos a cintazos. Esta es la única manera de corregirlos. Son cuatro mocosos los que andan jodiendo con ésto. Van aaver que así no vuelven a robar", aconsejó con vehemencia el edil justicialista Miguel Ángel Coradini, durante la sesión del 4 de agosto pasado. Sus dichos tomaron notoriedad ayer cuando el video de la asamblea empezó a circular por Internet.

En medio de la risa de quienes compartían la reunión, el dirigente ironizó al decir que "acá vienen y te dicen que hay que enseñarles guitarra a los chicos que roban, hay que decirles cómo se toma la leche para que sean educados... y mientras tanto te cagan a palos y te roban todo".

Coradini carga también contra los jueces. "Acá lo felicitan al tipo que roba. El primer robo es gratis. Algún tipo entró 16 o 17 veces. Va y el juez lo suelta. Esta es la historia: hay que molerle los huesos al juez".Coradini forma parte del Concejo Municipal de Arroyo Seco desde hace 15 años. Ya lleva tres períodos consecutivos presidiendo el cuerpo y el mes que viene irá por la reelación.

(APe).- La Bestia debe Morir es una película argentina estrenada
en 1952. Protagoniza entre otros por Guillermo Battaglia, Narciso
Ibáñez Menta y Milagros de la Vega. Hay bestias que no pueden
ser redimidas por ninguna Bella, porque es imposible que inspiren
ni siquiera décimas de amor. Nosotros tenemos a esa bestia. Los
tiempos cambian, y los aires de la democracia titubeante lejos
de enseñar, parece que deforman. El capitalismo financiero
construyó una entelequia denominada Mercado.
Dios que
colocado en el Olimpo del Gran Capital, tiene humores
cambiantes. Los mortales, algunos de ellos honestos
trabajadores, y otros no, buscan entender sus designios.
Muchas veces inescrutables, salvo para algunos gurúes que más
temprano que tarde mandan dólares a donde puedan ser mejor
recibidos. Eso que entendemos por vida cotidiana, que en la
actualidad de los medios masivos no es otra cosa que los
padeceres de los pequeños y medianos burgueses panicosos, ha
creado otra entelequia: la Inseguridad.
El Dios Mercado y la
diosa Inseguridad copulan y han parido un bebé de doble cara:
una mitad mira al socialismo del siglo XXI y la otra mitad le sonríe
a los dorados 90. Por cierto: es un monstruo. Pero no está solo:
múltiples bestezuelas, algunas conversas, otras extra
partidarias, algunas de campos sueltos, otras de
enriquecimientos atados, pululan entre los pliegues
de la democracia representativa. Un tejido nauseabundo en cuyos
intersticios se multiplican ácaros, arácnidos, roedores, alimañas
varias. Lugares secos, áridos, de esterilidad mental y afectiva,
de absolutas carencias políticas, éticas y morales.
La bestia
tiene el discurso paradojal de toda la cultura represora: “no los maten,
mátenlos a cintazos”. El coro de incubos y súcubos
acompañó con risas de cobarde complicidad los dichos
de la Bestia. Los pibes se falopean porque está en su naturaleza
maligna. Y el cinto será la forma de evangelizar para que el
arroyo seco siga siendo leal a su nombre. Seco, árido, yermo.
Faltaría detallar que los latigazos sean públicos, como aquellos
que doblegaron a Kunta Kinte para que aceptara su nuevo
miserable nombre: Tobi. Las bestias
paridas por la democracia
representativa no serán consideradas genocidas, ni sus diatribas
purulentas crímenes de lesa humanidad. En sus charcos
municipales están más tranquilos que los mosquitos del dengue:
nadie los combate. Sin el menor análisis de la situación real
concreta que propicia el consumo de drogas en jóvenes, ponen a
las víctimas del sistema predador en el lugar de los únicos
victimarios. La bestia querrá clonarse en una especie de nuevo
blumberg, ahora federalizado. Con la soberana impudicia
de la ignorancia, propone métodos de tortura que, seguro la bestia
ha olvidado, desde la asamblea del año XIII están abolidos. Porque
lo que hace el Seco del Arroyo es propiciar la tortura. Nada más,
ni nada menos. Las gárgaras psicologizantes, su eructo jurídico,
sus flatos de pestilencia educativa, no logran ocultar, más allá
del tufo podrido que emiten, que este coradini hacia el fascismo
está haciendo apología de tratos degradantes. Y en menores.
Para que no queden dudas de su calaña.
Quizá esté esperando
una beca del Mosad, o realizar una pasantía en la cárcel de
Guantánamo, o quizá volar en una cárcel clandestina, de esas
con las que el imperio obsequia sin necesidad de visa. Es tan
bestial el discurso de la bestia, tan miserable su argumentación,
que ni siquiera la lengua sucia que propone el poeta Vicente Zito
Lema puede abarcarla. Leer, verlo, es como ir a un spa donde
circulen líquidos cloacales.
Pero la Bestia sabe que será
nuevamente electo no a pesar de su bestialidad, sino justamente
por ella. Cuanto más bestia, más botos. Sí, como lo lees: más
botos, Vestia. Es mejor atacar el lenguaje que atacar los cuerpos.
Pero, Bestia y todo, sabe que no está solo. Para nada.
Legiones de hombres lobo, vampiros, serpientes, demócratas de mierda, forros pacifistas, ni siquiera osarán el más elemental
acto de dignidad: demandarlo por apología del delito. Pedirle la inmediata renuncia,
echarlo de ese Consejo de Bestialidad de los
Secos a los latigazos, porque lo que estamos debatiendo es,
además del agujero de ozono, el agujero del humanismo
que aún resiste
. Todas las Bestias
Todas se reunirán con el amparo incondicional de los Tres Poderes
del quebrantado Estado de Desecho para evadir
toda acción sobre este mentor de la mano dura, pero que por las dudas
de no ser tan dura como es necesario y menester,
se prolonga en el látigo.
¿Conocerá la Bestia Seca que el suplicio de los azotes fue perfeccionado en
la rusia zarista, con el látigo conocido como el knut? Los pobres
desgraciados azotados tenían además que soportar agua salada
en sus heridas para que éstas no cerraran. La Bestia del Arroyo
hubiera disfrutado los latigazos al nazareno, acusado por el
Concejo Municipal de esos tiempos de delitos y atrocidades.
La máscara del pobre de hoy es el delincuente juvenil. Los pibes
chorros. Pero es una máscara, que con el trato degradante que
las Bestias propician, no es difícil que quede soldada al rostro.
El verdadero rostro es de un niño, una niña, un adolescente,
asustado, hambreado, aterido de frío o hirviendo de calor, sucio,
abusado, malquerido, olvidado.
Pero es más fácil, más simple, más cobarde, mirar y actuar
contra las máscaras que, con amor, con bondad, con tolerancia,
con paciencia, develar ese rostro sufriente. Y postrarse humillado
frente a todos los san francisco de asis de la
actualidad. Para eso, otras Bestias deben morir.
Al menos, morir simbólicamente para que ésta democracia
sea algo más que el aniversario repetido
de una elección lejana

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